Cancún, Q. Roo, 9 de mayo de 2025 — El antiguo Hospital General Jesús Kumate Rodríguez, ubicado en la supermanzana 65 de Cancún, dejó de ser un símbolo de abandono e insalubridad. Este viernes, el gobierno municipal encabezado por Ana Paty Peralta dio inicio a un proceso de limpieza y recuperación integral del inmueble, como parte de una estrategia urbana que busca transformar el emblemático Crucero de la ciudad.

Durante años, el edificio —hoy desocupado— fue punto crítico de inseguridad, acumulación de basura y refugio improvisado para personas en situación de calle, generando constantes quejas de los vecinos. Ahora, brigadas de Servicios Públicos, Seguridad Ciudadana y Salud Municipal intervienen el sitio con labores de desmonte, retiro de escombros, limpieza profunda y vigilancia.

Aunque las acciones actuales se limitan a la remoción de residuos y saneamiento del entorno, fuentes del gobierno estatal han adelantado que se trabaja en un proyecto de reconversión urbana a gran escala, encabezado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa. Este plan, que aún no ha sido presentado públicamente, buscaría darle un nuevo uso social al edificio, en sintonía con las políticas de regeneración del tejido urbano y dignificación del espacio público.

Un espacio que vuelve a la vida

“Se trata de devolverle este espacio a la ciudad”, señalaron autoridades municipales durante las labores de intervención. La zona del Crucero ha sido históricamente una de las más transitadas y vulnerables de Cancún, pero también una de las más desatendidas por administraciones anteriores.

Vecinos de la supermanzana 65 han manifestado su respaldo a la limpieza del predio, aunque algunos expresaron preocupación sobre la falta de información clara respecto al futuro del inmueble. “Es positivo que lo limpien, pero necesitamos saber qué harán con él. No queremos que se vuelva a abandonar”, dijo un comerciante de la zona.

Recuperación con deuda histórica

La recuperación del ex hospital forma parte de una tendencia más amplia del gobierno estatal y municipal: intervenir espacios deteriorados y olvidados por años, muchos de ellos sin vocación clara desde su cierre. Para organizaciones ciudadanas, estas acciones son valiosas, pero insisten en que deben ir acompañadas de procesos participativos y transparencia en la ejecución de los nuevos proyectos.

Mientras tanto, Cancún observa con expectativa cómo un espacio símbolo de rezago podría convertirse —por fin— en punto de transformación urbana y comunitaria.