Campeche

No me amenaces

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Edgar Prz

El estado esta entrando en la nueva normalidad después de una semana intensa con dos fenómenos meteorológicos, los cuales al irse dejaron ver algunas cosas que se mantenían ocultas. Es decir, se lavó la arena y las rocas emergieron.

Hace poco más de 2 meses desapareció la Oficialía Mayor como tal y el que fue su titular goza de cabal salud, buena bolsa bancaria, fuertes tarjetas de crédito, una repentina riqueza construida en menos de cuatro años, una residencia donde habita que sobresale por su dimensión y elegancia. Pero eso no es lo trascendente sino que sigue activo en la fuerza aérea estatal al igual que su cuadrilla de banderilleros.

Toda la carga laboral la absorbió la Secretaría de Finanzas, quién de por si tiene la enorme responsabilidad del manejo de los recursos económicos, súmele la relación laboral con sus más de diez mil empleados estatales, las adquisiciones, la operatividad de los edificios e instalaciones propiedad de estado y un sinnúmero de actividades que esa dependencia desarrollaba.

Es difícil abarcar todo, pero la titular hasta hoy no se ha quejado, le está metiendo ganas a la responsabilidad. Seria prudente que delegue funciones porque si el argumento para desaparecer la Oficialía Mayor fue la austeridad, entonces debe desaparecer la Fuerza Aérea para dejar en libertad y en el abandono a quienes la integran.

El señor Alamilla se volvió famoso con la primera compra de uniformes escolares, le adjudicó la licitación a una empresa poblana fantasma, mala calidad, retraso en la entrega, favoritismo, sobre precio y una lista de males que le provocaron ser el funcionario más cuestionado. No aprovecho la enorme oportunidad que tuvo para servir y la confundió con servirse.

Ahora, ese tema surge de nuevo ya que para este ciclo escolar 2020 no realizaron licitación alguna y no habrá compra de uniformes escolares según la experta Secretaria de Educación Ana Vázquez Jiménez . Quien afirmó tendremos que esperar, vamos a ver el próximo año ya que en ningún lado dice que la entrega debe ser al inicio del ciclo escolar. Y remata quizás empecemos el año recuperando ese programa.

Lo inverosímil del asunto es que por motivo de la Pandemia justifican todo, cuando ese programa ya viene contemplado en el Presupuesto? Como se “supone” gastaron 1400 millones de pesos en atención a la Pandemia? Como las distintas dependencias colgaron su hamaca y esperan que la epidemia sea eterna? Abandonaron sus programas y se dedicaron a vegetar, sin pensar en la enorme afectación que le realizan a los estudiantes y padres de familia.

Además, era una derrama económica que hace ya un par de años robustece y apoya la maltrecha economía chetumaleña. Es una grosería lo que están haciendo y don Juan que se los permite.

En el ciclo 2018-2019, dispusieron a su libre arbitrio los recursos de las becas escolares, nunca se depósito a tiempo el dinero y lo más cruel que terminó el año escolar y no se terminaron de pagar; ojalá se practique una auditoría a esa Secretaria para volverla funcional, dinámica y recupere el orgullo que antes poseía.

Es viernes y mejor no seguiré escarbando porque los montículos de piedras irán saliendo a montones. Seguiré caminando y tarareando al inmortal José Alfredo Jiménez, “no me amenaces, no me amenaces, porque estas que te vas, y te vas, y te vas, y te vas, y no te haz ido…..

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