Edgar Prz
Ahora sí la justicia fue acorralada, encerrada en su edificio, en donde adentro el personal y gente que había ido por alguna diligencia, quedaron atrapados por la turba feminista que exigía justicia.
El violento y cobarde asesinato de la joven Blanca Alejandrina de 20 años de edad , fueron el detonante unificador que congrego a varios colectivos feministas quienes se han cansado de esperar respuestas, falta de atención y resolución en infinidad de casos, por el contrario las desapariciones, violaciones y asesinatos de mujeres jóvenes siguen a la alza.
Esto demuestra la putrefacción de las instituciones procuradoras de justicia. Este reclamo y grito no es nuevo, se había contenido y archivado pero ahora alcanzó niveles insospechados.
Esta sociedad en su afán mesiánico de arrasar parejo, nunca tuvo reparo en robarse todo, los valores, la confianza, el respeto, las esperanzas de miles y miles de jóvenes, pero lo más cruel que les robaron y les quitaron fue el miedo, por eso hoy las calles son suyas, los gritos sin eco resuenan, las presiones y exigencias subieron de tono y les cambiaron la cara al transformar tranquilidad en rebeldía.
En varios municipios del Estado las arengas, reclamos, reproches tuvieron un denominador común “ el reclamo de justicia”. Cansadas de la pasividad de las autoridades quienes con pasmosa lentitud se avocan a investigar y nunca hallan culpables. Lo que hacen ante el reclamo popular es encontrar algún valiente a quién le achacan la responsabilidad de buen número de casos, para justificar la eficiencia de la autoridad.
Chetumal, Felipe Carrillo Puerto, Tulum ,Solidaridad, Cozumel, Cancún, se vistieron con ropa de mujer y sus calles fueron tomadas por hordas femeninas quienes avanzaban con gritos y reclamos como: Alexis escucha esta es tu lucha; no quiero sentirme valiente cuando salgo a la calle, quiero sentirme libre; si tocan a una respondemos todas; vivas nos queremos; Quintana Roo feminicida.
Se dejaron sentir, su presencia imponía ya que los atuendos negros les daban aires de vengadoras; muchas iban con el reclamo genuino de justicia, otras sumaron sus frustraciones, sus enojos ante una sociedad que no las comprende ni las atiende. Su orfandad de cariño, su eterno pleito con la vida las orilló a romper el espíritu de la manifestación.
También hay hartazgo, dolor, rabia, impotencia ante tantas atrocidades y las autoridades no dan respuestas. Este reflejo del despertar violento de la ciudadanía, debería ser el mejor ejemplo para que el gobierno prenda sus focos y le dé la importancia a la procuración de justicia.
Años y años de reclamos que se pierden en el viento y en la corrupta burocracia que sangra y sangra a los demandantes.
Cierto es que la manera no es la adecuada, la forma de exigencia no es la mejor. El fomento al vandalismo, a pintar paredes, destruir edificios, oficinas, quemar enseres en las puertas, sembrar violencia y destruir el patrimonio de todos, origina opiniones encontradas. Quizás sintieron que ya no tenían otro camino para hacerse notar y dieron rienda suelta a los disturbios.
Todo esto se genera por la opacidad del gobierno; las dependencias de justicia y seguridad pública pasan por severos pleitos internos y eso los distrae de su verdadera función. Como exigirle a los ministerios públicos y a los ministeriales que cumplan cuando a ellos no les han cumplido, cuando ganan mucho menos que los “arribistas” que trajeron de Morelos y del DF por Capella y Montes de Oca.
La justicia está podrida, apesta, falta una buena purga para eficientizarla, para recuperarle su prestigio perdido y el orgullo de ser impartidor. Donde están los legisladores que deberían velar por la atención a los reclamos? Están dedicados a su carrera por la Gubernatura, a recabar firmas contra Aguakan y a enfermarse de Covid, donde andarán cuando se les necesita?
Nadie es valiente, en todas las manifestaciones nadie salió a atenderlos, nadie salió a darles una esperanza y eso terminó por enrarecer los ánimos. Para que ostentan esas responsabilidades si al final se guardan como “tuzas”.
Comparto su lucha pero repruebo sus actos de vandalismo. Que la demencia no supere a la razón, que el desenfreno y la violencia no sean el sello de las manifestaciones .
Gobierno escucha y únete a esta lucha, las puertas ya se abrieron y urge tu presencia, me imaginé escuchar.
Al final una parte del colectivo se trasladaron e iniciaron sus desmanes en el Palacio Municipal de Cancún donde fueron reprimidos por policías y la Guardia Nacional.
Lo que inicio como un reclamo de justicia terminó con carreras, balazos, heridos, gritos y detenidos. La autoridad tenía que imponer el orden ante el desorden imperante. La palabra fue sustituida por las balas y me acordé de alguien que dijo “abrazos no balazos”.
Será que ante estas violentas manifestaciones el gobierno siga poniendo oídos sordos? Será que el confort del que disfrutan los “señores” que dirigen la impartición de justicia no les inquiete el alud de reclamos de la ciudadanía? Ante la advertencia no hay engaño….dice un refrán popular. Ahora saldrán los verdugos y los corruptos negligentes funcionarios a exigir claridad en los actos, buscando un chivo expiatorio y sembrando la interrogante, quien ordenó el ataque? Todos se lavaran las manos cuando este asunto merecía “atención “ desde hace tiempo..
Mejor seguiré cantando una canción chilena” y la culpa no era mía ni donde estaba ni como vestía, el violador eras tú, el violador eras tú “…..
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